GOBIERNO DE ESPAÑA

Sánchez se deshace en elogios hacia Meloni tras acusarla de «ultraderechista antieuropea»

Sánchez necesita a Meloni para que durante su presidencia de la UE pueda dar luz verde a un pacto migratorio comunitario

Sánchez impedirá las preguntas de los periodistas tras su reunión con Giorgia Meloni en Roma

Sánchez llama a Meloni para felicitarla más de un mes después de su triunfo electoral

Sánchez Meloni
Pedro Sánchez y Giorgia Meloni este miércoles en la sede del Gobierno de Italia. Foto: Joan Guirado
Joan Guirado

Pedro Sánchez necesita a Giorgia Meloni para que durante su presidencia de turno de la Unión Europea, en el segundo semestre de este año, los 27 estados miembros consigan acordar un plan de migraciones y asilos en el que lleva meses trabajando el Gobierno de España. Con unas posiciones muy discrepantes en esta cuestión, este miércoles, Sánchez ha exhibido buena sintonía con una Meloni a la que ha acusado de representar a la ultraderecha e incluso de forma indirecta de ser aliada de Putin, a sabiendas de que la primera ministra italiana puede ser el principal escollo para él a la hora de dar luz verde a este plan. El líder del PSOE aparca así su campaña contra la ultraderecha, y especialmente con ella a la que ninguneó tardando un mes a felicitarla tras su elección con el fin de recomponer las relaciones con un aliado importante para España.

Sánchez ha mutado de piel antes de su visita a Roma. En septiembre de 2022 advertía del peligro que suponía para Europa la entrada en los gobiernos de la ultraderecha y pedía «reexaminar» las relaciones con partidos como los Demócratas Suecos y los Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, cuando la italiana todavía no se había convertido en primera ministra, pero las encuestas la situaban como firme candidata. Fuentes cercanas al presidente mostraban su preocupación por el auge de la «ultraderecha antieuropeísta» y advertían de que «no se puede normalizar la entrada de la ultraderecha en los gobiernos europeos». A la vista del trato que ha dispensado Sánchez a Meloni este miércoles, el presidente español sí que ha normalizado ya lo que antes veía como una amenaza.

Fuentes gubernamentales explican que en este segundo encuentro van «a trabajar para tejer consensos». En Moncloa manifiestan que España e Italia sufren «las entradas y guardamos las fronteras de la Unión Europea», por lo que los retos son muy similares, aunque la respuesta que se dan a los mismos son muy distintas. Algo que, reconocen, genera cierta inquietud. Por ese mismo motivo, y como suele ser habitual en este tipo de viajes oficiales -ocurrió ayer en su visita a Malta y Chipre- Sánchez no aceptará preguntas de los medios de comunicación.

Para el líder del Ejecutivo, es «muy importante dar importancia a la vecindad del sur y a la dimensión exterior» que ello supone. En el entorno del presidente destacan las visitas que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha hecho a Libia y Argelia desde su llegada al poder. «Es importante trabajar con estos dos países, puntos de origen de la inmigración», relatan. Durante todo este tiempo, «Europa está haciendo frente a los grandes desafíos con una respuesta completamente diferente a la que se dio anteriormente», señalan. Se refieren a la «unidad» con la que han actuado la mayoría de estados miembros que piden preservar al Ejecutivo de Meloni.

Además de la cuestión migratoria, con la premier italiana el presidente del Gobierno también pretende acercar posiciones respecto a la cuestión energética y a la de las reglas fiscales, dos temas de candente actualidad en el marco de la Unión Europea y que tendrán un papel importante durante la presidencia española de la UE.

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